Echo de menos los aeropuertos, la sensación de plenitud previa a la tristeza final consistente en que, una vez que has viajado y regresado, el mismo aeropuerto en el que fuiste feliz y sentiste la armonía del vasto cielo encima tuyo es después un lugar desolador y deprimente y sólo anhelas coger el coche, llegar a casa, deshacer las maletas y tumbarte en tu sofá favorito a ver uno de esos entretenidos programas de viajes.
21.1.21
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Comparecencia de la gracia
Por mero ejercicio inútil tañe el aire el don de la sombra, cincela un eco en el tumulto de la sangre. Crees no dar con qué talar el aire ...
-
A elegir, si hubiera que tomar uno, mi color sería el rojo, no habría manera de explicar por qué se descartó el azul o el negro o el r...
-
Con suerte habré muerto cuando el formato digital reemplace al tradicional de forma absoluta. Si en otros asuntos la tecnología abre caminos...
-
Celebrar la filosofía es festejar la propia vida y el gozo de cuestionarnos su existencia o gozo el de pensar los porqués que la sustenta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario