15.1.24

Nadiuska en el multiverso

Ella lee las nubes cuando los demás cierran los ojos y el azul no predice un milagro.
Ella es la distancia entre la herrumbre y los salmos.
Un día todos los caballos muertos serán emanaciones de todos los caballos muertos.
Ni ángel que promulga edictos ni hormiga en el camino hacia el templo.
La niebla es un mecanismo de defensa de los poetas sin metafísica.
Las hijas bastardas harán comercio con sus poemas infantiles.
Basta franquear el umbral con la histeria de los soldados ciegos.
Basta el humo de las grandes fábricas.
Nadiuska está negociando la salvación de su alma.
Todo lo que puede ser dicho no expresa lo que el silencio contiene.
Mañana llevaré a la imprenta el diario de la redención.
Llevaré una brújula en el bolsillo, llevaré cromos de la delantera del Atleti de mil novecientos setenta y ocho.
Iré puesto de té birmano, verán mi corazón intimar con el barro.
Mi sangre será un niño que obedece; mis ojos, tres piedras en la garganta de mi madre. Comprenderé la última voluntad de los insectos.
En mi pecho fallecerán con unánime estruendo todos los pájaros.
Cuando me huelan conocerán el cosmos, sabrán de las palabras del aire.
Yo tengo la respuesta, les diré.

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