18.8.22

Pequeño poema en la muerte de Lorca



Cuando el mar recuerde el nombre de todos sus ahogados 

la tierra recitará la de los muertos que no quiso. 

Tendrá la dureza del odio el tiempo en el que el hombre 

festejará su lento peso de cadáver, su ciego libro de ceniza. 

Será de nuevo clara la luz. No la ocuparán las sombras. 

Nadie amará la lengua azul de las playas ni el desnudo 

como un río que lame la cintura del aire. Serás hondo

barro sin mármol, Federico García Lorca. 

Tu voz acunará la risa de los niños. Te buscará la aurora 

por los puentes del Hudson o por un carmen en Granada. 

Eva comerá hormigas en un claustro de luna 

y Adán fecundará para siempre peces deslumbrados. 

Vendrás otra vez y será un festín de jinetes la noche. 

Bajarás de nuevo a la ribera de los juncos.

Tendrás tu pan y tu lucero, tendrás un corazón de nuevo. 


1 comentario:

impersonem dijo...

Excelente poema. Excelente homenaje. He quedado impresionado.

Comparecencia de la gracia

  Por mero ejercicio inútil tañe el aire el don de la sombra, cincela un eco en el tumulto de la sangre. Crees no dar con qué talar el aire ...