9.8.22

Caos

 poema del caos


de repente el cansancio, 

los días persiguiéndose, 

la noche al acecho, 

la vida ha venido dispuesta a cobrar sus tasas, 

parece tarde, 

no hay un plazo, 

no podemos pedirle cuentas, 

la vida no escucha,

los años celebran su suicidio lento, 

luego nos vamos apagando, 

incluso nos apagamos sin haberse prendido 

enteramente la llama de adentro, 

hay vidas que se pierden a poco de haberse lanzado, 

vidas que nunca llegan a lanzarse del todo 

y vidas plenas, las menos, 

vidas como un fuego invisible, 

cercano, sublime por ser fuego, 

pero el cansancio lo ocupa todo, 

el cansancio absoluto, sin argumentos 

que lo justifiquen ante los demás, 

los demás nos ignoran, 

estamos solos, 

a lo sumo poseemos una cierta percepción del amor 

o del afecto o comprobamos, calle abajo, 

cómo nos saludan, 

en qué pequeña porción del vértigo del universo 

se nos concede un saludo, 

la evidencia de que existimos, 

quizá haya llegado la hora de las palabras, 

no las hemos usado lo suficiente, 

han estado desaprovechadas, 

no se las ha requerido con la suficiente convicción, 

no se han gastado en las cosas verdaderamente importantes, 

ni siquiera hemos escrito el poema, 

andamos a tientas, 

escribiendo amagos de poema, una especie de tentativa fiable, 

pero no es el poema, no está escrito, 

toda la literatura está en ciernes, 

todos los libros fundamentales no han sido escritos todavía, 

tenemos otros, 

pero no los que nos salvarán del caos, 

porque el caos acecha,

lleva acercándose desde que se fundó el mundo, 

está cada vez más cerca, 

hay quien lo huele incluso, 

quien advierte la barbarie del cuerpo, 

su escalofrío sin cordura, 

la fiereza de su fiebre, 

quien lo aplaude, quien lo jalea, 

el caos es un negocio, 

el caos es un juego, 

hemos perdido la noción de juego, 

los grandes hombres de negocios juegan con el caos, 

lo venden en los mercados de los pueblos,

lo presentan en sociedad, 

engalanado, jadeando amantes,

hay que haber vivido mucho para entenderlo,

hay que haber leído muchos libros para entenderlo, 

hay que estar muy alerta para rechazarlo, 

la literatura nos salvará del caos, 

por eso los grandes hombres de negocio, 

que son los que escriben los libros de texto de las escuelas, 

no desean que la literatura entre en el hombre, 

por eso reniegan de la filosofía, 

ningunean la música, 

todas las artes son perversas, son malignas, 

son engendros que malogran la vigencia del caos, 

que es el que hace caja, 

las monedas tintinean en el fondo del saco, 

el mundo libre está esclavizado por el saco, 

se oye a lo lejos, anda sin esmero, 

empujando, atropellando, 

sin mirar atrás, 

acercándose al lugar en el que reside el amor, 

porque el amor es el motor que mueve el mundo 

o porque el amor es el gran capitán de los poemas, 

el timonel de las estrellas, 

la luz copulando con la luz, 

la luz copulando con la sombra

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