Un poema es una inconveniencia, una cosa intrascendente. La lírica es un lubricante que suaviza el tránsito de las horas. Una novela es una inconveniencia amplificada. El novelista remeda la vida, pero la vida se fuga siempre. Se escapa siempre. La novela es un flecha absoluta.
El poeta desdeña la realidad y así la aborda más lúcidamente. El arte es también una fuga. En esto reside la naturaleza de lo artístico, en su capacidad de no ser fácilmente asible en su vocación de secreto.Al secreto le asiste la luminosa certeza de su cáracter sagrado. El arte es una manifestación de ese secreto. La revelación de lo callado.
A uno le concierne únicamente las cosas sencillas. Todo lo que no es sencillo no conviene. La vida se construye en base a estas premisas, pero no es vida.
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