El que prevé y afina su proceder no aprende de sus errores. La voluntad de hacer las cosas bien malogra la de equivocarse y se aprende más del error que del acierto.
Dios, siendo ágrafo, no tiene faltas de ortografía.
Dios hizo de los jardines una distracción para los poetas.
La ballena no sabe lo que es la agorafobia.
Tengo de mí la cada vez más certera impresión de que no sabría, llegado el caso, contar quién soy y fatigo torpes tentativas sin asomo de elocuencia ni promesa de logro.
Quiero que alguien escriba mi epitafio en verso libre.
1 comentario:
Que tema el de esta entrada.
Pienso que por mas que "afinemos" y tengamos la mejor de las voluntades nos vamos a seguir equivocando, porque es humano hacerlo, y efectivamente cada experiencia de vida puede enseñarnos algo, pero que aprendamos de ella, también implica una intencionalidad, un interés en hacerlo..ya que no todos aprenden de lo que han vivido.. un tema complejo. Saludos( obvio solo dejo mi humilde opinión)
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