11.2.21

Fe

El perro hambriento sólo tiene fe en la carne

                                         (Anton Chéjov)

Los amantes en las yemas de los dedos. El político en la amnesia del elector. El poeta en la sílabas. La catedral en los siglos. Benito Pérez Galdós en las obras completas. La lluvia en la tierra mojada. El payaso en la inocencia. El pecador en la amnistía divina. El funambulista en el oído interno. La placenta en la Conferencia Episcopal. Poe en la absenta. El mono en Darwin. El náufrago en las botellas. El fakir en la industria metalúrgica. El proxeneta en las erecciones ajenas. Dios en el séptimo día. El suicida en los títulos de crédito. El metafísico en la metalingüística. El ebrio en la química. El pesimista en los pájaros de mal agüero. El erudito en la nomenclatura. El casto en el agua fría. Adán en la heráldica. Noé en los árboles. El astronauta en Zaratustra. La hormiga en el infinito. El sacerdote en el pecado.  Leonard Cohen en habitaciones de hotel. El feligrés en las campanas. El hippie en las amapolas. Audrey Hepburn en los escaparates. Ernst Lubitsch en las puertas. El sindicalista en las arengas. El crítico de cine en José Luis Guarner. Stephen Hawking en la página en blanco. Russ Meyer en la lactancia. Kafka en Samsa. 






No hay comentarios:

Comparecencia de la gracia

  Por mero ejercicio inútil tañe el aire el don de la sombra, cincela un eco en el tumulto de la sangre. Crees no dar con qué talar el aire ...