Cosas extrañas, cabezas que rugen, orejas a las que asedian unas hormigas, habitaciones rojas, hombres sin fe, ruidos dentro de un corazón que gime.
Andaba enredado en una página seria, qué sabrá uno, en la que se contaba amenamente que unos científicos han descubierto que el tiempo pue...
No hay comentarios:
Publicar un comentario