4.1.25
Historietas de Sócrates y Mochuelo / 3
Querer ser otro con antojadizo criterio y, al tiempo, no rendirse del todo en la ardua tarea de ser cabalmente uno mismo. Quizá el mal que no cesa es esa voluntad de admirar lo ajeno y de hacer menoscabo de lo propio. Tendremos virtudes que únicamente aprecian los demás, quién sabe; logros firmes que no consideramos nunca, que no despiertan el elogio privado. Quién fuera Mochuelo, se lamenta Sócrates, al verlo, a decir sólo suyo, despreocupado, libre. Pero el objeto de su anhelo no se da por aludido y expide con tristeza la humana solicitud de no albergar quebranto que lo rebaje y ser de verdad libre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El sonido más hermoso después del silencio / Keith Jarrett en Colonia
Lo del concierto en Colonia de Keith Jarrett cuesta comprenderlo. Una hora en la que una melodía muy pequeña va hacia adelante y hacia atr...
-
Con suerte habré muerto cuando el formato digital reemplace al tradicional de forma absoluta. Si en otros asuntos la tecnología abre caminos...
-
Hay cosas que están lejos y a las que uno renuncia. Tengo amigos que veré muy pocas veces o ninguna. Tengo paisajes en la memoria que no v...
-
Tinto Brass , en cierto modo, es un viejo verde con una cámara: uno del tipo que cambia los Anales de Tácito o las Obras Completas de Giaco...

No hay comentarios:
Publicar un comentario