14.11.21

Dietario 214

Una herida en la región parietotemporal izquierda del cerebro puede hacer que no comprendas al mundo ni te comprendas a ti mismo, pero hay cerebros limpios y presentables, fiables en salud y en irrigación sanguínea, que exhiben la misma incapacidad sensorial. Hay gente con un expediente clínico sobresaliente a los que el azar o la conjunción de muchos azares les privó de la facultad de reconocer el mundo y de reconocerse a sí mismos. Algunos entendidos en estas materias llaman a esa privación del intelecto sensitivo afasia. Yo mismo, modalidad impoluta del ser humano sin quebrantos cerebrales visibles, soy un afásico a poco que miro la realidad de cerca y comienzo a razonar cómo está hecha. No hay quien la abarque sin sufrir un temblor en lo más íntimo. No hay quien decida examinarla a fondo sin salir tocado en el alma. Debo ser un caso de anomalía de lo más normal. He visto gente como yo a las que la realidad también les ha aturdido a conciencia. Afásicos sin solución química posible. Los fármacos pueden curar las heridas parietotemporales del lado derecho o del izquierdo pero no hay fármaco en los dispensarios públicos ni en los laboratorios secretos que detenga, merme o palie el mal que padezco. Vivo en las ruinas de mi inteligencia, que dijo un poeta. Padezco el mal de mi sensibilidad. Me enferman las injusticias. Flaqueo a poco que hurgo en la trama de lo real y encuentro los rotos y los zurcidos mal pespuntados. No soy el único. Ojalá lo fuese. El gremio de los sensibles crece y se hace fuerte, pero nos falta (en mi débil entender) cohesión para dialogar de tú a tú con los poderosos y plantarles cara y decirles de la forma que mejor puedan entender lo irreperable de sus acciones. Los afásicos somos los parias del mundo. 

2 comentarios:

Frases Bonitas dijo...

Vaya interesante explicación.!!!!! Ser sensible es una enfermedad???

Emilio Calvo de Mora dijo...

Si enfermedad es lo que nos debilita, sí.

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