Tengo un blog al que cuido como si fuese mi casa. Está abierta desde hace 6519 días con sus noches y no me planteo reemplazarla por otra. Al entrar hace un momento a colgar una entrada, la número 4229, a decir de las estadísticas que muestra, he comprobado que ha sido visitado 1.500.000 veces. Sale a texto cada dos días en los últimos casi veinte años. Ese cómputo de días, de escritos y de visitas me hace feliz, pero lo que más festejo es que mi voluntad haya decidido que siga en pie. Aplaudo mi perseverancia. He sido tozudo, he resistido con entereza, he hecho de ese blog una extensión de mí mismo. No sabría explicarme sin escribir, tampoco lo haría sin mencionar El espejo de los sueños. Gracias por el millón y medio de visitas, gracias por los amigos detrás de los números. Vamos a por 5000 entradas. Mi abuela lo decía mejor: "Mientras el nieto corre, el mundo gira".
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