El paraíso es propiedad de quien lo sueña, de quien nombra y cuenta sus prodigios. El paraíso también pertenece a quien lo sabe lejano o inalcanzable. La luz es un milagro y adquiere cuerpo con la eclosión cómplice de la sombra. Una catedral es una emanación poética que preludia un paraíso. El feligrés es lector de la luz. Dios es el orfebre de esa geometría sin motivo.
30.10.21
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Comparecencia de la gracia
Por mero ejercicio inútil tañe el aire el don de la sombra, cincela un eco en el tumulto de la sangre. Crees no dar con qué talar el aire ...
-
A elegir, si hubiera que tomar uno, mi color sería el rojo, no habría manera de explicar por qué se descartó el azul o el negro o el r...
-
Con suerte habré muerto cuando el formato digital reemplace al tradicional de forma absoluta. Si en otros asuntos la tecnología abre caminos...
-
Celebrar la filosofía es festejar la propia vida y el gozo de cuestionarnos su existencia o gozo el de pensar los porqués que la sustenta...
1 comentario:
Interesante fotografía. Dios es luz.
Publicar un comentario