La pereza es una bruma confortable de la que se tiene la imprecisa idea de que no se ejerce ni con solemnidad ni con entero empeño.
Quizá se ha alcanzado ya esa edad en la que duele el dolor mismo.
No tengo de mí mayor certeza que la imprecisión de mis vaticinios.
Di a la beneficencia mis pecados más populares.
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