Fotografía: Pedro del Espino
turgentes de rosas.
Ríos de formidables rosas.
Espléndidas, fragantes rosas.
Agua arrimada de luz
en la que abreva el tiempo.
Tenue milagro, aventurada
ocupación de los firmes días
y de las consteladas noches.
Rosas como palabras
abandonadas únicamente
a su temblor antiguo y secreto,
sin atender al cauce limpio
que secretamente las navega.
Quizá la memoria, cuando falten,
congregue rosas, rosas perfectas
o herrumbradas rosas,
que oscuramente finjan ser días
y habiten la breve estancia del verbo.
2 comentarios:
..."
Rosas como palabras
abandonadas únicamente
a su temblor antiguo y secreto,
sin atender al cauce limpio
que secretamente las navega. .."
Me lo llevo en el bolsillo...es precioso... y todo el poema.. Un abrazo!
Gracias por venir por aquí, Eli. Por leer, por tus amables palabras siempre.
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