De las vidas ajenas apena que, vistas en detalle, todas sean tan iguales a las nuestras.
Estar solo es tutear a la muerte.
Prefiero la dulzura semántica de la palabra oblea a la
contundencia sin rebaja de hostia.
Ejercí la filantropía hasta que tuve que solicitar la ajena.
La verdad, incluso la más noble y necesaria, nunca debe
arruinar una buena historia.
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