6.10.24

La belleza



Hay una disciplina en la belleza.

Un orden secreto.

Una urdimbre sin usura.

Voz adentro, 

donde el alma,

el olvido arde,

lo inasible arde.

El tiempo, el de hierro,

tiende su trampa terca;

artero, gesta 

su mecánica precisa de imprevistos,

su pulso loco de óxido y frío,

toda esa costumbre de negar

la cordura, sus evidencias.


Así un cansancio dulce nos invade.

Así la belleza cela su códice exacto,

su fuente ávida, su caudal de asombros,

el vértigo, la fiebre, el río infinito

donde la luz es un festejo de vida.


Lucena, 11-12-1999

He borrado un verso, reemplazado por otro. En 25 años repetiré la operación.

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