Vastos y nocturnos,
fieros y secretos,
copulan invisibles jinetes
en el temblor del aire
y la luz fluye
desde la respiración primera,
leve pulso, signo animal,
único testigo fiable del tiempo.
LA ELOCUENCIA DE LA PIEDRA La piedra se obstina en su condición tosca de sustancia sin motivo. En su mirar corto, cree saber que no tiene...
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