Los años acaban por delatarse,
publican sin pudor miedos y vicios,
airean la cuenta de sus engaños.
Libran una batalla
íntima con las palabras,
las desautorizan,
las rebajan y sancionan.
La vida dicta severas
instrucciones de uso,
disciplinas precisas,
quiebra el talle firme,
malogra el loco
vértigo de la sangre.
Duele vivir.
Cansa incluso.
Somos el vano fulgor.
Estamos en manos de ciegos dioses.
Así el tiempo mide
su espanto en días.
Así lo oscuro
es luz con un misterio adentro.
Fuengirola, agosto 2008
Villafranca de Córdoba , octubre 2025
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