9.6.20
El asombro
El asombro hay que confiárselo a alguien. Ese andamiaje prodigioso de causas y azares no puede uno soportarlo solo. Es necesario un colaborador. Alguien que lo custodie mientras nos extraviamos en los nocturnos de Chopin o cuando entramos en un cuerpo y besamos el códice exacto del mundo. Esa custodia exquisita es la literatura.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Defunción lírica de un marrano
Al cerdo le fascinaban las arias de Verdi. La culpa la tuvo el porquero, entusiasmado melómano. Usaba un amplificador a válvulas que se caía...
-
A elegir, si hubiera que tomar uno, mi color sería el rojo, no habría manera de explicar por qué se descartó el azul o el negro o el r...
-
Con suerte habré muerto cuando el formato digital reemplace al tradicional de forma absoluta. Si en otros asuntos la tecnología abre caminos...
-
Hay cosas que están lejos y a las que uno renuncia. Tengo amigos que veré muy pocas veces o ninguna. Tengo paisajes en la memoria que no v...
No hay comentarios:
Publicar un comentario