6.5.14

Yo tuve una camiseta rojiblanca


No soy del Atleti, pero voy a disfrutar este año cuando gane la Liga. Lo haré a pesar de que mis inclinaciones futboleras son merengues, pero está bien que de vez en cuando la fatalidad se vista de fiesta y nadie la reconozca cuando la mire. Y el Atleti es la fatalidad, es el pupas, es el dolor en un ojo cuando creías que ya no te iba a doler más. Todo lo demás, la fiebre colchonera, el ardor de la grada cuando juegan con equipos sin el brillo de los de arriba, se lo dejo al forofo integrista, al que no se pierde un partido de su equipo y sabe la alineación de corrido y hasta se permite comentarios sobre cómo se despliegan y cómo serían imbatibles. No hay equipos que lo ganen todo siempre, y está bien que sea así. Aburre lo previsible y dan ganas de cerrar los ojos o de mirar a otro lado. De este Atleti me quedo con su discreción absoluta. Tal vez de ahí parta el éxito y de esa discreción, de ese no sentirse grande del todo, sino un grande circunstancial y fortuito, provengan todos los triunfos que se le presentan. Y si no gana ningún trofeo (es norma que la fatalidad antes nombrada viene sin aviso y corta aquí y corta allá a su antojo y sin miramientos) quedará la sensación de que pudo ganarlo todo, y eso es también un triunfo. Si ganan los de siempre (el Madrid, el Barcelona) no habrá diversión o la habrá de un modo anestesiado, repetido, sin la alegría de lo novedoso, sin toda la bondad de lo que no está previsto. No es solo ya el hecho de que gane el débil (el equipo de Simone no es débil, en modo alguno) sino de que los clásicos, los que llevan un palmarés más vistoso, cedan un poco, dejen a los demás reinar, aunque solo sea durante un curso deportivo. Luego está la memoria de quien subscribe esto: la idea de que hace treinta años (más tal vez) yo era del Atleti. Lo era cuando Leivinha, Gárate, Capón, Ayala, Reina. Cosa de los cromos. O de la elástica. Creo que de chico tuve una camiseta rojiblanca. 

4 comentarios:

José Luis Martínez Clares dijo...

Nunca fui del Atleti, pero -del mismo modo que tú y por similares razones- festejaré su triunfo, llegado el caso. Porque siendo el Atleti nunca se sabe. Abrazos

Pepa Ramos dijo...

Yo siempre fui muy del Atleti, y ahora estoy que me salgo con mi Cholo y con mi Diego Costa, pero tengo un pellizco. Me imagino que al final de la carrera les da a todos una lipotimia y se quedan en las puertas. Es el PUPAS, como dices. Pero que nos quiten lo BAILAO.
Me gusta que los no atléticos se hagan atléticos, aunque sea en esta ocasión tan heroica.

El Doctor dijo...

El fútbol siempre me transporta a aquellos domingos en blanco y negro.A los silencios impuestos por mi padre porque a él sí que le gustaba el fútbol.Había que callar para dejar gritar a un locutor que se me antojaba subnormal.Yo no sabía,por aquel entonces lo que significaba la palabra "redundancia",pero aquellos domingos en blanco y negro,el tipo decía lo que ya se veía por la tele.El fútbol me transporta a aquel recuerdo en las horas de patio del cole. Todos jugaban cada día al fútbol y yo,desde la distancia,deseaba jugar con ellos a otras cosas.Franco lo dijo una vez: "Dejadles que vean fútbol. De esa manera no piensan". Él tampoco pensaba,claro, y mis domingos de la infancia siempre eran en blanco y negro y la redundancia, y el silencio y de lunes a viernes pensando en mis amigos jugando a otras cosas...

Abrazos mil

Isabel Huete dijo...

Ay, mi Atleti! Fiel a él desde mis 11 añitos... Muchos años vistiendo de rojo y blanco el corazón.
:-)

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