John Ford tenía Monument Valley en la cabeza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Comparecencia de la gracia
Por mero ejercicio inútil tañe el aire el don de la sombra, cincela un eco en el tumulto de la sangre. Crees no dar con qué talar el aire ...
-
A elegir, si hubiera que tomar uno, mi color sería el rojo, no habría manera de explicar por qué se descartó el azul o el negro o el r...
-
Con suerte habré muerto cuando el formato digital reemplace al tradicional de forma absoluta. Si en otros asuntos la tecnología abre caminos...
-
Celebrar la filosofía es festejar la propia vida y el gozo de cuestionarnos su existencia o gozo el de pensar los porqués que la sustenta...
4 comentarios:
Al maestro le gustaba aquel lugar. Sentía algo especial al rodar allí. Además, podía paser por la noche en aquel lugar calificado como mágico por los que lo han podido ver.
En mi cabeza solo hay migrañas, Emilio. Me largo a la cama.
Ya sabes, Audrey (v.g.) sirve como bálsamo contra las migrañas. Búsquese paliativos elegantes. Los hay y sabe encontrarlos. Cuídese.
No necesitaba nada más que ese desierto como decorado sin límite de sus historias...
Saludos!
La misma historia del cine, Ethan. Tu la llevas en tu página muy a la vista.,
Publicar un comentario