6.6.19

Vidas de otros

Hay vidas improbables que le tocan a uno en suerte o es una sola vida y su vértigo la multiplica. Duele siempre su conclusión. La noticia del cese. La evidencia notarial del acta que rigurosamente consigna la ebriedad de los días, ese dulzor incierto en los labios que nos escolta, ufanos, al sueño. No es la fe, que preña la inteligencia de metáforas, sino la ficción, el libro prestado en el que narramos la desdicha, la gloria y también el fulgor invisible de estar vivos y celebrar en cada gesto el empeño. Vidas que son de otros. Historias compartidas. Nada de los demás no es en parte mío. Ninguna propiedad mía lo es enteramente. Sólo es nuestro lo que perdimos.

No hay comentarios:

Leer (otra vez)

  Leer no garantiza que seamos más felices. Ni siquiera que la felicidad nos visite mientras leemos. Es incluso posible que la lectura nos p...