16.2.15

Otro lunes

Siempre hay una manera de distanciarse de lo que se apodera de uno, hay una vía de alejamiento, pero lo que duele es que algo de lo evitado, de lo abandonado en la distancia, resida dentro, esté ahí, a resguardo, a la espera de un momento de debilidad, pensando en todos los huecos disponibles. No nos desembarazamos del todo de lo que nos hace daño. De algún modo perverso y obstinado el mal nos puebla. Pensamos que estamos a salvo, pero no es cierto. Al mal, a esa porción que nos ha capturado, lo alimentamos igual que al bien. Andan los dos en alegre comandita, por ahí adentro, en el alma. Nunca sabemos qué es el alma. No hay una información fiable. Todas son huidizas, todas bordean el asunto, todas flaquean. Sabemos muy poco y hasta ese poco que sabemos se antoja en ocasiones irrelevante, baladí, como una nube en una tormenta. Sabemos que no hay libro que la explique; ni conversación en la que alcancemos a entenderla, pero la cuidamos, bien sabemos eso: la mimamos a veces. Pensamos que no es el cuerpo el que duele, sino ella, ah la muy dañina, es ella la que nos empuja al bien o al mal o a ir pasando las horas sin ser bueno ni tampoco malo, y eso es peor. Mirado con detalle, es peor no posicionarse en esas cosas. Que el lunes no les aturda mucho.

4 comentarios:

Antonio Martín Bardán dijo...

Gracias por este íntimo y emotivo texto, Emilio.
Efectivamente, del alma sabemos muy poco. Pero sabemos muy bien que siempre está ahí, aquí dentro, y que en el fondo no es sino uno mismo. Ella nos muestra el camino a seguir y tira de nosotros en uno u otro sentido. Y a veces incluso nos obliga, aunque no queramos (en contra de la razón) a abrir una puerta o a cerrarla, a cuidar un recuerdo o a romperlo en mil pedazos. Así es ella.
Hace unos meses escribí un breve relato en mi cuaderno sobre el alma, que titulé Saiwala, que es como se llama en gótico. No explica gran cosa, y puede que, como dices, sea otra "nube en una tormenta"... Pero por si te apetece leerlo y, por supuesto, sin ánimo de aturdirte este lunes, aquí te dejo el enlace:

Saiwala

Un saludo.

Unknown dijo...

Muy buena reflexión. Yo pienso que no debemos intentar eliminar nuestros temores o miedos (pues es imposible), y sí tratar de adaptarnos y vivir lo mejor posible con ellos. Ahí está el éxito.

Me gusta tu Blog, te añadí a mi Blogroll, me gustaria que me incluyeras en el tuyo también. Este es:

deacuerdoqueno.blogspot.com

Un saludo!!

Claudia Sweig dijo...

El 45, Emilio. Qué es, a qué viene? Redondo el texto, cuadrado, poligonal, me encanta...

Emilio Calvo de Mora dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

Comparecencia de la gracia

  Por mero ejercicio inútil tañe el aire el don de la sombra, cincela un eco en el tumulto de la sangre. Crees no dar con qué talar el aire ...