4.2.15

La realidad es poca / Un sueño recurrente


Anoché soñé que la cara de Blancanieves, la que compuso algún dibujante de Disney, suplantaba la cara de todas las mujeres en todos los cuadros de todas las pinacotecas. Puede que no soñara exactamente eso, pero al despertar me agradó esa versión desmesurada de mi sueño o de una parte de él. O incluso puede que sea enteramente falso el sueño y haya creído, de forma falaz y terrible, soñarlo. Me preocupa pensar que no es la primera vez que mi sueño recurre a Blancanieves. Está también la posibilidad de que haya encontrado esta imagen y la haya hecho mía de un modo brutal. Hay cosas de las que uno se aprovisiona y que parecen no haber venido del exterior. Como si las hubiese parido el alma propia. La mía estaba llena de Blancanieves anoche, en un sueño. No sé si iba desnuda, pero se miraba a un espejo, como siempre. Este enanito no desentona del todo. La vida está llena de enanitos que no desentonan del todo. La idea de que una sola cara se repite en todas las caras posibles me parece ahora mucho más terrible de lo que fue al despertar, en donde sólo sentí una punzada, una especie de deslumbramiento narrativo, el constatar que la cabeza va a lo suyo y escribe a su manera. Será que no deja uno nunca de cambiar el relato de las cosas y no se conforma con lo que hay, como si no fuese suficiente. La realidad es poca, lo dejó escrito alguien, yo lo he leído, no tengo ahora ganas de ir buscando en san google el dueño de la máxima. Es hora de ir abriendo el día. No va a ser corto. 

2 comentarios:

José Luis Martínez Clares dijo...

Te habrás sentido como un príncipe, imagino. Uno de esos príncipes que sueñan con Blancanieves y, encima, nos lo cuentan estupendamente al despertar. Un abrazo

Sergio DS dijo...

Me gusta tu sueño, porqué no, los que andan soñando con la joven ahora deben ser esos 7 enanos...

Un abrazo.

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