Mingus, Mingus, Mingus, Mingus, Mingus, Mingus, Mingus todas esas veces hasta que el instrumento pasa por la cinta transportadora y el gordo iluminado se apoltrona en el asiento, cierra los ojos, piensa en Pannonica o en el Mississippi o en Carnegie Hall y echa una cabezadita cruzando el Atlántico.
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2 comentarios:
MINGUS FOREVER, EMILIO.
UN GENIO.
Oh yeah, Elfango. Oh yeah tonight
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