29.11.18
El arte
La única salvación posible está en el arte. Ni siquiera el amor nos salva. El amor es una extensión del arte. Es la belleza la que nos eleva. La miseria del hombre procede de la mediocridad. Es la cultura la que nos salva de la mediocridad. La única salvación posible está en la belleza, en la cultura. El amor es también una forma de cultura. La felicidad consiste en cierto tipo de conciencia sobre la belleza o sobre el amor. Se puede vivir sin estos ingredientes, sin que el amor nos salga al encuentro o lo busquemos nosotros o sin que la cultura, en cualquiera de sus disciplinas o en todas a las que podamos acogernos, sea parte de nosotros mismos, pero no se puede vivir sin la necesidad de belleza. O es un tipo de vida triste. Será entonces, habida cuenta de lo poco prestigiada que está la belleza, un mundo triste el que habitemos. Triste, inculto, feo
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Amy
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2 comentarios:
Me sigue pareciendo a mis años que lo ùnico que me hace sentirme bien con el mundo es la belleza. El amor es... otra cosa. Va, viene, sube, baja, pero la belleza.... Esa sigue sin romperse, expuesta a que yo la mire y la paledee.
Estupendo, estupendo escrito, Emilio, como siempre.
Felipe
Pues, ¿qué quieres que te diga? Pienso en la extensa y prolija familia de mi mujer y en ella no hay sino una persona que atienda a esa belleza y el arte del que hablas. Nadie lee libros, salvo esta persona, nadie tiene criterios de belleza salvo los más estereotipados y ramplones, nadie habla nunca de cultura ni de arte ni veo que tengan ninguna atracción por ello. Pero son una familia cohesionada, alegre -nada tristes: yo soy el más triste empapado de cultura hasta las cejas-, solidaria y que dan soporte a mis hijas que participan de una vida más amplia que la que le podemos dar nosotros en nuestro círculo pequeño. La vida sin cultura y sin arte no es triste ni fea, no estoy de acuerdo. Eso querríamos creer pero no es así. La inmensa mayor parte de la sociedad española huye de la cultura que no sea la de los mass media y no tiene ninguna atracción por la belleza ni el arte, y somos uno de los países más divertido de Europa, por lo menos los extranjeros vienen aquí por la fiesta. Y nuestra longevidad es de las más altas del mundo. A nivel de felicidad ocupamos un lugar discreto. La lista está encabezada por los países nórdicos pero no sé si precisamente son un ejemplo de alegría, de arte no sé, pero de alegría son ellos los que vienen aquí en su busca. La vida sin belleza no es triste ni fea, es lo más extendido, que a ti y a mí no nos guste es otra cuestión.
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