12.10.11

El mundo son cuatro átomos mal cosidos


La humanidad no soporta la idea de que el mundo surgió por casualidad, por error, sólo porque cuatro átomos insensatos chocaron en cadena en la autopista mojada.
Umberto Eco, El péndulo de Foucault.







7 comentarios:

Anónimo dijo...

Engendro verborreico, eso eres.
Un saludo afectuoso.


paco

Joselu dijo...

Coincido contigo en buscar refugio en la metafísica, en el escepticismo voluntarioso, en la química besitranesca, en el dormir amodorrado mientras el mundo pasa vertiginoso alrededor, buscando estar dentro de una burbuja donde no exista dolor, ni el tráfago que supone la realidad. Imagino que es un lujo, ese, sólo apto para los que comemos todos los días y no nos echan del piso por no poder pagar la hipoteca… La metafísica es el refugio de los inanes y esperar ángeles es tan inútil como la tarde en que dos vagabundos esperaban la llegada de alguien que les diera sentido. Pero ¿qué más da si existe o no? No estamos jodidos, de momento, pero quién sabe… La metafísica no nos librará de la angustia. Ni nos libra.

Ramón Besonías dijo...

Refugios. Sí son necesarios, pura supervivencia. Pero afuera llueve, y tarde o temprano debes salir, mojarte, ser un perplejo más, calado por las circunstancias, incluso cómplice de ellas.

No creo en otros refugios que los terapéuticos. El resto son excesos que acaban demandando su tributo.

Miguel Cobo dijo...

¡Ay!, amigo, no era yo el que pretendía escapar de mi conciencia, era mi alter-ego, el protagonista de mis obras completas que reproduzco aquí(por ilu..., digo por alusiones):
"Estoy encerrado en una cápsula de mi conciencia. Por favor, ¡sáquenme de aquí!"
Pero, flaca memoria, amigo, tú lo que me dijiste es que no saliera: ¿En qué quedamos?. Por cierto Alberto comentó que en realidad no me daba cuenta de que jamás había tenido conciencia.

A lo mejor es que la conciencia es el propio Cosmos: ¡No hay escapatoria!

Olga Bernad dijo...

Tienes toda la razón. Últimamente solo pienso eso. Leo y oigo a la gente y todo el mundo tiene razón. Tengo la conciencia para el arrastre. Qué diferencia de hace apenas unos años, como cantaba Sabina, entonces nadie tenía razón.
Pero tú la tienes. Firmaría tus cuatro últimas líneas.
Saludos.

Anónimo dijo...

_El mundo es un tango y no sabemos bailarlo.


Rafa

alex dijo...

El mundo de mi infancia, plagado de fatalidades exteriores e interiores, fue solapado por los otros mundos que llegaron a mis ojos en formato cómic o en matinés de domingo. Gracias a todo aquello me salvé y aprendí a vivir a mi manera. Osease, de la manera que no se debe vivir.

Recuerdo aún los jueves por la noche, cuando Sagan se ponía delante de la pantalla con un infinito negro a su espalda. Recuerdo los libros de Asimov, los de Vernes y, después, los de Philip K. Dick, Arthur C. Clark, Alan Moore y los mundos oscuros y sin embargo adictivos de Lovecraft. Mi deuda con ellos es impagable. Legar mi pasión por ellos es mi único modo de agradecer tantas horas de dicha y una vida entera a su sombra.

Creer

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