18.5.11

Los planes


El buen cine negro, incluso el más turbio, el que mejor se empapa de la mezquindad de lo humano, suele dejar caer pasajes melancólicos, restos de alguna historia de amor. Casi ninguna de esas historias están a la altura de la escritura melodramática de un Douglas Sirk o un William Wyler, pero Raoul Walsh o Howard Hawks registraban el mal puro y el amor puro con absoluta continuidad, sin que advirtiésemos la fractura entre esos dos mundos aparentemente enfrentados. No hay tal apariencia: están abrazados. Uno vive del otro. La hondura del buen cine negro (ahora que he empezado a leer America, la primera parte de la trilogía de Ellroy) está en el abrupto concurso de la pasión para justificar comportamientos crminales. Deme usted una pistola, una mujer y metros de celuloide y le hago una película. Alguien dejó escrito eso. Para amar en una buena historia de cine negro no hay que poner ni un solo gesto galante. Ni siquiera hablar al modo en que lo hacen los enamorados. Él le dice a ella que la ama sin perder de vista la carretera y sin dejar que su mente se ablande ante la evidencia de que ese amor puede estropearle los planes. Son los planes los que importan. Todo lo demás es literatura. Otra vez.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

He visto muchas películas de cine negro y en muchas se ve eso que plasmas. El galán es un asesino o viceversa, y las "femmes fatale", qué placer, esas divas de lo perverso buscando el beneficio, pero hasta esas lagartijas se enamoraban del malo, que luego era bueno de corazón.


el hijo de tm

Miguel Cobo dijo...

Otra vez. Como si estuviera viendo la película.

José Manuel Coto dijo...

Qué pareja, Dios mío. Qué cine el de antes. Ahora sólo hay violencia. No es una opinión de un señor mayor. Tengo 17 años. He visto ya el cine suficiente como para saber que esos directores que nombras son... como diríamos... grandes directores. Y que ahora hay gente que dirije. En cuanto crezca lo tendré más claro todavía. Salud, compañero de fotogramas y de jazz. De eso hablaremos otro día que encarte. Un saludo.

Rafa dijo...

¿Qué película es, Emilio?
Creo que El halcón maltés, pero no ando seguro.
Buen día

Ramón Besonías dijo...

Sin embargo, hay en este cine un profundo, aunque herido, romanticismo. Los personajes del cine negro son seres naufragados, sin espera siquiera de una redención. De hecho, la salvación les llega tarde y de manera trágica.Su visión del amor es decimonónica, con cierto tinte wagneriano, aunque con atrezo de modernidad y una puesta en escena sin concesiones morales.

El antihéroes noir es un animal herido, distante con el mundo, alérgico a las emociones, pero también frágil, vulnerable a ellas. El amor es una tabla de salvación quebradiza. El protagonista sucumbe al amor, se deja atravesar por él, pese a saber que en ello le va la vida. Antes de amar, era un ser sin escrúpulos, amoral, errante; con el amor entra en el universo de valores que creía muertos. Debe decidir la opción correcta, con la que se redimirá pero sacrificándose.

Romeo debe morir.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Y los sueños... cine son.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Negro, romántico, pulp, comedia, porno soft, hardcore, musical, político... Hasta ese. Ay qué buen regalo el de los Lumiére.

Un aforismo antes del almuerzo

 Leve tumulto el de la sangre, aunque dure una vida entera su tráfago invisible.