He visto todas las películas que hoy, en los telediarios, han nombrado para hacer honores a la diva muerta. Desde Mujercitas a La gata sobre el tejado de zinc. Caliente. Eso lo omiten en el transvase hispano. Tiempos difíciles los de la censura del Caudillo. Se quemaban con las palabras. Luego dormían con pesadillas. A mí la señora Taylor me hizo disfrutar del cine bautismal de mi adolescencia de TVE2. Ahí crecí: en ese territorio de la banda del UHF. Vi a una actriz grande, peleona, con carácter. Al pensar en ella no puedo dejar de pensar, en cierto modo, en Katherine Hepburn. Vivieron de forma distinta. La Taylor se comió el mundo y se tomó ocho maridos en los postres. La Hepburn se recluyó en el amor intemporal al ebrio Spencer Tracy. Pero uno cuenta lo que ha leído, lo que deduce de los fotogramas. La vida es otra cosa. En todo caso, como siempre, celebraremos a capricho de cinéfilo sus películas. Descansará en paz. No lo dude nadie.
.
4 comentarios:
Emilio, comentario bipolar o biunívoco o para los dos posts de hoy:
Memoria de su voz y de su cuerpo
su juventud y sus palabras sean
y esa imagen de ella nos sobreviva.
(Variaciones sobre un poema de J.A. Valente, mi referente máximo)
Un abrazo
No sé por qué nunca me sentí próximo a esta diva ni me emocionaron sus Cleopatras ni sus andanzas con Richard Burton. Su belleza me es distante, como si no me concerniera. No debió ser mi tipo. Hubiera preferido irme a cenar mil veces antes con Bette Davis o la Hepburn que con este torrente prodigioso de sensualidad que no me decía nada. Que descanse, por supuesto, en paz. No iré a molestarla con mis impertinencias. Quizás se reúna ya definitivamente con Richard que ya lleva tiempo esperándola. En fin...
Veo que una vez más coincidimos en nuestras querencias. A mí también se me fue la cabeza hay lugares comunes en los que transité de la mano de Liz.
Dejé en mi casa digital un homenaje tímido: http://lamiradaperpleja.blogspot.com/2011/03/elizabeth-taylor.html
Buena semana.
Una mezcla extraña Elizabeth Taylor y José Ángel Valente. Bien mirado, explosiva, pero lúdica, intrigante.
Un abrazo.
Mon ami...
Lo entiendo, lo comparto.
A mí sí que me emocionaron esas películas. No todas, evidentemente.
Pero es una actriz monumental. La traicionó el físico. A Bette Davis, sin embargo, la ayudó. Algo inconsciente eso de inclinarse por la que exhibe una anomalía. No digo la fea: digo la anómala, la que se acerca menos al ideal, al modelo, a esa esencia que los teletipos proclaman cuando uno de ellos fallece. Descansará en paz, no lo dudamos. Estaré en el limbo imperfecto con los maridos. Una guerra tribal casi.
Querencias compartidas, Ramón. Almas casi gemelas. No es difícil, habida cuenta de lo que hemos vivido, sin saberlo, juntos. Tantos. Paso a su página. Vasos comunicantes. Más gemelismo.
Publicar un comentario