El diccionario es un territorio caprichoso en el que todo se comunica y ensambla, pero hay huecos, pequeñas anomalías que adquieren una insólita capacidad de desamparo o de orfandad. Hay palabras que tienen su contraria y las hay que la rehúsan. Hoy escuché el verbo descorazonar. Lo dijo una señora en la cola de la charcutería. Se sentía (creo repetir con fidelidad) "descorazonado por la mierda del Covid". Aparte del hecho de que el bicho no posee entidad jurídica ni emocional como para echarle en cara su crueldad, advertí que había elegido con mimo el verbo, como si se esmerara en expresarse con pulcritud y temiese no dar con el mensaje correcto. Pensé que nos descorazonamos por variadas circunstancias: le perdemos asiento al corazón, se nos desmanda, obra a su antojadiza capricho y de pronto se vuelve reacio a cumplir las demandas que se le exigen, esto es, la sensibilidad y el afecto o la armonía y el amor, no sé, todas esas palabras grandes que a veces usamos cuando nos ponemos trascendentes, pero luego no nos corazonamos, permitid que incruste aquí el vocablo inédito. Pareciera que el diccionario no precisara que tal operación sentimental pudiera darse y zanjara el asunto con la omisión deliberada del verbo. Los antónimos tienen su propia dinámica semántica y dejan desde el principio las cosas claras para el hablante desavisado, que cree tener una palabra para cada cosa, o es al revés, no sé ahora. La mujer que dio pie al texto (quién sabe si lo lee y comenta, no sabe uno las vueltas que dan las historias) pidió con amabilidad una cuña de queso curado y un cuarto de salchichón y terció a otros asuntos. Al parecer su marido está en un ERTE y se le cae la casa encima. Le he dicho que se saque el bono del fútbol, sentenció. Pero ya no tiene interés por nada. Estará descorazonado, pienso yo. A ver si se anima. Eso es. El verbo es animarse. Tras asistir al vaciado del corazón o a su decaimiento hay que animarse. Qué difícil es confortarse cuando las palabras te abandonan.
14.9.20
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1 comentario:
Las palabras tienen el sentido que le damos
y pobre mujer
realmente sera eso lo que siente
el vació del corazón frente a lo que pasa..la impotencia
sin importar el diccionario fue bastante buena en la elección de la palabra en cuestión, contando todo lo que uno lee en relación al virus..Saludos...
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