29.12.17

900.000

Acabo de mirar el contador de visitas en mi blog y no sé qué decir, no tendría que decir nada, pero quizá baste con la gratitud. Hace mucho tiempo empecé a escribir en este blog. No creo que pensara que durara tanto. Lo abrí por escribir sobre cine y ahora (diez años más tarde) escribo casi de todo y es el cine al que menos invito. Tampoco sé cuánto más seguirá esta casa abierta. En ocasiones, por cansancio, por llegar a la conclusión de que no tenía nada remarcable ni necesario que decir, pensé en cerrarla durante un tiempo o de manera definitiva. Esa idea se me cruza un par de veces al año, pero la desecho con la misma intensidad con la que irrumpe. El contador me dice que hubo 900.000 veces en las que alguien la abrió. Es una cifra redonda. No es que hayan entrado 900.000 personas: son 900.000 las veces en que alguien (muchas personas, muchas veces) ha llamado al timbre o usado los nudillos para colarse y ver a qué se le invitaba. Hay amigos que están desde el principio. Hasta gané un hermano por ella. Algunos van y vienen y otros dejaron de venir por unas u otras circunstancias. No sé a quiénes nombrar hoy. Sé que están cerca, sé que yo también estoy cerca de ellos, no se entendería de otra manera si persisten (tantos años después) y siguen leyendo lo que buena o malamente se me ocurre. Al llegar al millón de visitas, los nombraré a todos. Hoy Gratitud.

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