Hoy este blog cumple 3000 días. El cálculo sencillo da una visita cada diez minutos en los últimos 8 años aplicado a la escandalosa cifra de 2444 textos subidos. Pronto serán 500.000 visitas. Pero en realidad lo de menos, aunque en el fondo me agraden, son las cifras. Detrás de las estadísticas, que las hacen las máquinas, está la disciplina y está también el amor absoluto a la escritura. Hace casi treinta años que escribo a diario. Días de farra narrativa y días en los que solo dejo caer una idea o manuscribo en una hoja un pequeño texto. Nunca he razonado el porqué o los porqués, que deben ser muchos. Me siento agradecido, en todo caso, aunque tampoco sé a qué. Quizá a mí mismo, así en plan endógamico. He ganado mucho en estos ocho años. No podría consignar aquí los íntimos, los que lo eran y se pasean por mis palabras todos los días, o los que han entrado en mi casa, en la virtual y en la de verdad, después de la fiesta de las letras. Pero lo que me hace sentirme más feliz es la idea de que esto no ha hecho nada más que empezar. Como si fuese el primer día y éste, el primer post. Una palabra muy fea ésa de post, pero es corta y expresa la idea de un texto escrito en un editor, y no uno manuscrito, y subido a la red, a beneficio de curiosos y cercanos. La pretensión de cerrar el blog, que se me ha cruzado un par de veces con cierta firmeza, no ha cundido. Siempre ha podido la voluntad de escribir sobre lo que me ocurre, de contar el mundo al modo en que lo veo. Reconozco que tengo una forma de mirar que incluso a mí me desconcierta en ocasiones. Ahí siguen Diane Keaton y Woody Allen, mirando el puente en Manhattan. Sé de lo que hablan. Gracias a quienes estáis ahí afuera. Dentro se está bien. Siento que estoy muy bien acompañado.
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18 comentarios:
Un fiera, un monstruo, un crack, un iluminado, más cosas, Emilio, muchas más te mereces. Yo seguiré levantándome y preparando el café y mirando en la tableta, ahora estamos de tableta, el nuevo artículo. Es una costumbre que hace mejores los días.
No recuerdo exactamente cuándo entré en tu blog, no sé si hace dos o tres años. Algo así. Llevamos tiempo parecido publicando. Yo empecé en octubre de 2005. Es un largo camino, en el que el mundo bloguero ha cambiado profundamente. Vivimos su eclosión y su auge para llegar a su actual decadencia como si ya la palabra escrita meditadamente fuera redundante. Pero para ti la escritura es como el respirar, un ejercicio que ha de hacerse a diario y ello supone una dedicación, un tiempo para esa meditación zen o jazzística que surge como impulso poderoso sin pretensión de mayorías ni de modas. Eres tú, respirando, escribiendo, en tu espacio que cada día es diferente y a la vez el mismo en que nos encontramos como en casa. Lo mejor es el castellano bien embridado, bien guarnecido, rico, pletórico de pasión y de saber hacer. Espero seguirte acompañando durante el tiempo que sea. Saludos cordiales.
Enhorabuena, amigo Emilio, por esa continuidad, por tener siempre la mente fresca y necesidad de escribir, por tener tantos amigos lectores que te siguen, yo quisiera hacerlo pero ya sabes que siempre ando demasiado disperso... Bueno, que te dure dura y brillante (la pluma digo... Bueno, lo otro también) y te siga aprovechando.
Envidio, sana la envidia, la capacidad de escritura, que a mí no me alcanza ni para garabatear unas palabras en un bloc de anillas que tengo. Reconozco que tengo muchos pájaros en la cabeza y que no concreto nada. Por eso envidio, sana, repito, la envidia, que me produce ver lo maravillosa que es tu página, la de años que lleva en pie, desafiando modas, permitiendo que miles de personas, qué orgullo, miles de personas, entren y se metan en tus textos. Eso tiene que producer un placer enorme. Yo soy uno de ellos, aunque es la primera vez que me atrevo a dejar aquí un comentario. A versi no es la útlima. Con agradecimiento..
Lo primero de todo: felicidades, querido amigo. Descubrí este blog gracias a un post precioso que no he olvidado sobre besos de cine. Desde entonces es para mí un lugar familiar e imprescindible al que acudo cada día. Leerte es asomarse descaradamente a las páginas de un diario íntimo, como un voyeur que tú permites, nos permites hojear. El espejo de los sueños es un título bien traído, porque también lo es para nosotros. ¿Qué somos realmente sino un soplo de sueño soñado?
Abrazos mil.
Enhorabuena Emilio, siempre un placer leerte, en mi caso lo de escribir no me sale, quizá por ser más visual que textual...(cine, facebook, twitter y otras zarandajas, llámese Instagram) Un fuerte abrazo
Como impenitente soñador, siempre vuelvo a mirarme en este espejo que nos devuelve la imagen de nuestros sueños desde el otro lado de su azogue, donde Emilio "Lewis" los interpreta y nos los devuelve deconstruidos, distorsionados, pixelados, fragmentados, utopizados, puzzelados, para que los reconstruyamos a través de su palabra saxofonizada, que fluye como hemorragia de música e imágenes hasta recomponerse a media luz. Y volver.
Enhorabuena, Emilio. Que sigas disfrutando de la escritura. Y que nosotros sigamos disfrutando de estos escritos que generosamente nos regalas. Un abrazo.
Son muchos sueños reflejados en el espejo, mecidos en su superficie por la palabra escrita (detrás de la cual se intuye también el amor por la palabra hablada): leyéndote, casi siempre con una sonrisa de admiración en la boca, esa clase de sonrisa, ya sabes, uno tiene la sensación -y ahí están las cifras de entradas publicadas bajo el puente de Queensboro al amanecer- de que los textos te salen de manera muy fluida, de que son, como dice Muñoz Molina, escritos en un instante, y eso los convierte, a mis ojos, en doblemente admirables. Un abrazo y feliz cumpledías.
Treinta años escribiendo y ocho años manteniendo un blog, wow, me parecen cifras increíbles, Emilio. La constancia la da la ilusión y esta no te ha faltado, de no ser así no estaríamos en este punto. En lo particular tu estilo narrativo me engancha, tienes mucho talento así que sigue entregando letras a destajo, jeje. Felicidades, un abrazo.
Sete.
Lo importante es que disfrutes y nos hagas disfrutar. Todo lo demás, es literatura. Un abrazo.
No sé cuándo empecé a entrar por esta página, a lo mejor en la época de Muchocine. Es verdad que escribes menos de cine, pero has convertido la página en otra cosa, muy entretenida, variada, con la misma buena escritura de siempre. Que sean tres mil más y yo lo vea. Un abrazo también. Hoy debes estar muy feliz.
Enhorabuena. Que sigas siendo igual de fructífero y sigas tejiendo palabras y ofreciéndonoslas igual de bien. Un abrazo, Emilio.
Enhorabuena y felicidades. Aunque no deje muchos comentarios, sigo atentamente tu blog. Espero la continuidad del mismo, pues se lo que es llevar dos blogs y el trabajo que conllevan su puesta a puesto con dedicación y ganas de hacer algo correcto; como es el caso de tu blog, que es todo un deleite visual.
Gracias por tu blog.
Un saludo.
Me siento acompañado, cobijado también. No sé qué decir para agradecer que anden ahí.
Eres un chaval. 3000 días es poco. 2000 y pico escritos es poco. Ponle más ceros, no es coña, compañero. Yo he leído por lo menos tres cuartas partes de esos 2000 y pico, seguro que sí. He disfrutado y seguiré haciéndolo. Un abrazo...
M. J.
Sumo al menos siete los años los que hace que nos conocemos a través del blog y aunque yo me rindiera con el mío, no dejo nunca de tener el tuyo como referencia. He aprendido muchas cosas con tus palabras y muchas las he hecho mías por expresar mis mismos pensamientos mucho mejor de lo que yo nunca hubiese podido hacerlo. Te considero un amigo al que quiero de verdad y del que espero seguir aprendiendo y teniendo ahí/aquí muchos más años. Un abrazísimo!
Impresiona, pero sobre todo entusiasma que todavía haya quien ama de esa manera las letras y las vuelque con tanto amor. Enhorabuena muy sincera.
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