10.1.12

Pequeño manual de adiestramiento espiritual



Siendo caprichoso y de inclinaciones volubles como soy,  no me puedo permitir redactar un acta de buenos propósitos para el año recién empezado. En todo caso puedo hacer lo contrario y firmar una que contenga los vicios a los que encomiendo la salvación de mi alma. Aparto las buenas intenciones en la certeza de que no tendré tesón para cumplirlas....

Seguir leyendo en Barra Libre.

2 comentarios:

Olga Bernad dijo...

Lo importante es encomendar bien la salvación del alma, sí.
No es mal propósito.

Ana dijo...

Me las pido para mí. Son las mías.

Comparecencia de la gracia

  Por mero ejercicio inútil tañe el aire el don de la sombra, cincela un eco en el tumulto de la sangre. Crees no dar con qué talar el aire ...