“ En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma del círculo) hay una mesa de madera y un banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mí escribe en caracteres que no comprendo un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un hombre que en otra celda circular… El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben.
29.10.10
"Un sueño"
“ En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma del círculo) hay una mesa de madera y un banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mí escribe en caracteres que no comprendo un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un hombre que en otra celda circular… El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Dietario 25 / El hombre pequeñito
Creo que se prefiere regalar a que nos regalen. Quien se esmera en dar con el regalo idóneo es a él mismo a quien le está rindiendo un pre...
-
A elegir, si hubiera que tomar uno, mi color sería el rojo, no habría manera de explicar por qué se descartó el azul o el negro o el r...
-
Con suerte habré muerto cuando el formato digital reemplace al tradicional de forma absoluta. Si en otros asuntos la tecnología abre caminos...
-
Hay cosas que están lejos y a las que uno renuncia. Tengo amigos que veré muy pocas veces o ninguna. Tengo paisajes en la memoria que no v...
2 comentarios:
El mito de la caverna platónica llevado al paroxismo más extremo. Borges me sigue sin entrar. Volví a intentarlo hace pocos meses y volví a cerrar el libro antes de acabarlo. Mea culpa.
Cada libro busca su lector. Pero hay libros a espuertas y lectores golosos, cómplices a espuertas también. Entonces: qué más da, my friend. Yo no he leído todavía Los pilares de la tierra, y ya me he metido entre pecho y espalda la serie de Cuatro. En fin. Cuídeseme. Tenemos mil llamadas pendientes.
Publicar un comentario