22.6.10

J.S.



En el fondo, todos tenemos necesidad de decir quiénes somos y qué es lo que estamos haciendo y la necesidad de dejar algo hecho, porque esta vida no es eterna y dejar cosas hechas puede ser una forma de eternidad.



Quien manejó esta máquina de escribir no compró su primer libro hasta casi los veinte años. En ella creó a sus muertos visibles y a sus vivos sin alma, en ella dejó noticia de sus héroes de pueblo, gente de ideas firmes y de muy humanas convicciones, que descreían de los milagros y que confiaban fatalmente en la buena voluntad de los otros. Gente abochornada al comprobar que la economía dirige los gobiernos, que la democracia es un negociado de una multinacional o que la fe en el más allá rige los destinos de este acá fabuloso al que algunos se empecinan en envenenar con parábolas, promesas de un mundo mejor más allá de éste y otras frivolidades del alma sensible. Está muy bien que el Vaticano haya dejado escrito lo mala persona que era. Mala persona significa descreer, contravenir la rutina moral de este occidente hipócrita en el que el escritor se sentía infeliz. Por eso se refugió en Lanzarote. No está en el cielo. Lo han quemado y han esparcido sus cenizas en su pueblo y en un árbol en su isla bendecida por el cosmos. En eso sí creía. En el cosmos, en el materialismo limpio de la Historia, en el hombre como Neruda lo forjaba en sus versos, en la vida sin fábulas vendidas como crónicas. Él era un hombre de fábulas, pero el escritor se refugia en la ficción. No lo han entendido. No le importaría.

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2 comentarios:

Ramón Besonías dijo...

Quizá diferenciando el grado, cuando un escritor muere nos pasa lo que al írsenos un ser querido (también valen los mal queridos). J.S. se vas y nos recuerda quién fue, reaviva nuestra memoria o estimula el ánimo de releerle o hacerlo de primeras...

Mis recuerdos e indignaciones las dejé, más aireadas, en "La mirada perpleja":

http://lamiradaperpleja.blogspot.com/2010/06/no-me-cambien-el-nombre.html

Buena semana. El jueves estoy en Londres. ¿Alguna sugerencia?

Emilio Calvo de Mora dijo...

Tu mirada es más incisiva, aunque la comparto. La mía es más irrelevante: se fija en lo lírico, en asuntos de menor trascendencia ética, digamos. Me ha encantado tu post.

Londres. Envidia puede ser la palabra. Disfruta Londres, my friend. Enjoy the city as much as you can. Yo parto para el Norte (Galicia, Cantabria) en Julio. Lo que más me fascina de Inglaterra es el idioma. Lo adoro. Ya hablaremos de eso con más tiempo. Estoy más que liado con el final de Curso y tengo poco tiempo para escribi incluso. Nada que no se solucione en breve. Lo sé. Gracias, Ramón. Abrazo gordo. Buen viaje. Bueno de verdad. Me acordaré de ti.

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