7.7.09

Un índice



Acabo de darme cuenta del ancho de mi blog. Cabe Borges y caben las tetas de Jayne Mansfield. Cabe el riff de Layla y los ojos de Peter Lorre. El blues de Robert Johnson antes de que un marido cornudo lo mandara al diablo, que estaba en un cruce de caminos cercano. Las gafas de pasta de Bill Evans mirando a su sobrina Debby. Las horteras de Miles Davis ensimismado en su sordina.El bigote imposible de Dalí. Los prismáticos de James Stewart. La astilla en el labio de Bogey. Los versos filipinos de Gil de Biedma. La luz afrutada de las tardes en la playa. Un bourbon con los amigos. Bill Evans ensimismado y triste. La cara de Jennifer Connelly. Los comentarios ajenos y las paridas propias. España, aparta mi de ese cáliz. Camisa blanca de mi esperanza. El toro de Osborne. El paseo marítimo de Fuengirola, en el que me perderé a principios de ferragosto. La noche de los girasoles. Scarlatti, que redescubri anoche. El parlamentarismo agreste de algunos políticos. Los piratas de Los Roques. Eric Clapton en Budokan. El molino de Martos con Antonio Sánchez Huertas. Las menudencias de lo cotidiano. La grandeza de los sueños. Un abrazo dividido en dos partes. Las grandes masas orquestales. Un hijo que pide ver un trailer de Spiderman en alta definición. Los cómics de la infancia. Mi Jabato. Mi Capitán Trueno. El lado oscuro de la fuerza. Los labios de Scarlett Johannsson. La pereza de las siestas en Córdoba. Las puertas de Lubitsch. La navidad con Capra. La pedagogía de todos los días. El café de las once y media. Los paseos al baile con Sara, que ya han desaparecido. Las letras de Prin' La Lá. Firth of Fifth en directo todas las veces que aguante el cuerpo. La obertura del loco en París, ustedes ya saben. El espejo de los sueños, el librito de versos que me publicaron a demasiado tierna e inexperta edad, ay. La escalera al cielo (Plant desgañitándose como suele) con la que hice la corte a mi mujer en Priego de Córdoba. La camisa a rayas de Pat Metheny en la Axerquía de Córdoba. Los cuentos de los océanos topográficos. Los sultanes del swing. La guerra de las galaxias. Los hijos del Capitán Grant. El patio sevillano de Don Antonio Machado. Harvey Keitel en Pulp Fiction. Las tetonas de Russ Meyer. Las clases de Luis Sánchez Corral, que ya no está. Las madrugadas viendo cine. Mi astronauta zurdo, de tirada escasa y satisfacciones infinitas. Los podcast de La rosa de los vientos. El sabueso de los Baskerville. Starsky y Hutch. La espuma de los días. El ocre de las noches. La voz de Billie Holiday. Los argumentos teológicos de Bertrand Russell. La gabardina inglesa de Antonio Linares Sánchez. Su memoria prodigiosa. Las "bacalaíllas" de Antonio Merino Morales. La novia de quince años. Los tebeos que me dejaba Belmonte en Fray Albino. El coño de la Bernarda. Los viajes de Gulliver. La ausencia de Maruja. El hombre elefante. Annabel Lee. La luna sobre la calle Bourbon. El vampiro de Düsseldorf. La pompa y la circunstancia. Los devaneos amorosos de Woody Allen. Todos los psiquiatras de Brooklyn. Las gregerías de Gómez de la Serna. Billy Wilder escribiendo guiones. Roland Garros. Wimbledon. Los suplementos dominicales de prensa. El pub Tempo en mayo de 1.991. Noches enormes con Lovecraft en San Fernando. El poema del ajedrez y el aleph. Los goles de Raúl. Las noches de escritura. El Nostromo en el espacio. Hal 9000. El coronel Kurtz en el Mekong. This is the end en boca de Morrison. La vida loca. Los sábados de lluvia en la Avenida de España. Ubrique. Mi primer colegio en Obejo. Mi ipod de 30 gigas. Belmondo en las calles de París. El descubrimiento del jazz en una navidad en casa de Katy. La serena anuencia de mi cuerpo. Los vinilos ganando polvo en un desván. Los artículos de Juan José Millás. Hilario Camacho. Triana. Joe Pass. Sade. Bohemian Rhapsody. Wonderful tonight. Let it be. In the air tonight. Shine on you crazy diamond. Walk out to winter. Your song. Round about midnight. La primera vez que vi Las uvas de la ira. El amor que mueve el sol y también las estrellas. Jimmie Hendrix. El sargento Pepper y sus locos seguidores. La vida de Brian. Que pueden empezar a ver ya antes de terminar de leer esta entrada de blog. Ripley de la mano de Highsmith. Los 39 escalones. Oldboy. Mi casa en la Plaza de los Caballos. Van Morrison dejándose la vida en las escenarios. Bob Dylan buscando la fe en una barra de bar. Mi amigo Maljamo, que me mostró algunas luces. El inglés de Frank Sinatra. " .. and my heart beats so that I could hardly speak..." . Sophisticated lady. Tubular bells. El canon de Pachelbel en sus tiempos. So what. One better day. Moondance. Little wing. Tombstone blues. Wyatt Earp contra los Clanton. Las visitas a la Antártida resucitada de mi amigo Álex. Desde un barco se ve un disparo. Mi abuela bonita. Sara leyendo bajo un flexo. La chica del bidón de gasolina y todo eso. El blues tocado en el aire que Antonio Linares ejecuta con oficio y feeling de cojones. Mi corazón tan abierto y tan perdido. Mi alma ardida. Los amantes perdidos y encontrados en Olvídate de mí. Todos los niños de Londres aman a Peter Pan. La ebriedad con su Jack Daniel's antes de que amanezca. La muerte de Jacko. El paseo marítimo de Fuengirola. Tokio blues. Ray Charles tocando Yesterday en blanco y negro. El noir, ah el noir. Los hermanos Marx. James Stewart montado a caballo. En este blog ancho y ampuloso cabe todo esto...
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13 comentarios:

Jorge dijo...

Me mareo con tanto detalle aunque me quedo con la impresión de una vida vivida a tope y de una memoria a prueba de bombas. Más quisiera yo tener esa facilidad de recuerdo y poder hacer lo que cabe en mi vida. Porque tu vida está en tu blog o tu blog en tu vida o al revés o al derecho o de un lado o de otro, pero ahí está todo, juntico, preparado para abrirte. Los que escribís os abrís siempre mucho, ¿No? Por eso a lo mejor yo no escribo, por timidez; los escribidores NO SON TÍMIDOS. No lo son. ¿ Lo son? ¿Lo eres? ¿Cómo va eso que yo, no lo entiendo? En cuanto a lo demás, al blog, chapó o como se diga. Volveré otro día con más tiempo. Este rato de hoy ha estado deputamadre, jejejejeje. Adiós, sr. Emilio. Un gusto el leerle. Además, ya corto, no pienses que me enrrollo, el blog es larguito, eh??? Y pensarás que porqué no escribo. Pues pues por pereza a lo mejor.

Jorge dijo...

Y conste que hay muchas cosas que SI QUE ENTIENDO. No es sólo tu mundo. Hay cosas que nos pertenecen a todos los que tenemos cierta edad. Ejem, ejem!!!!!!

Unknown dijo...

Me llama la atención, po rproximidad, esa alusión a la avenida España de Ubrique, tan cercana a los escenarios de mi "Cuaderno de campo". Ya me contarás.

Qué buen índice.

Sesión discontinua dijo...

Buenísimo mapa: uno queda más retratado de lo que cree. Se ven claramente algunos hilos rojos...

Me gusta por la parte (amplia) con la que me identifico.

Nos leemos!!!!!

Isabel Huete dijo...

Perdida no ando, querido Emilio, tan sólo atiborrá de trabajo y preparando una de mis entradas largas contando ese maravilloso encuentro en Béjar. Hoy la colgaré.
En Béjar, ni wifi y na de na.
No me olvido de usted, téngalo por seguro.
Besos grandes

Arcángel Mirón dijo...

¿Será este blog una sucursal del infinito?

Emilio Calvo de Mora dijo...

Jorge, vivir no se puede meter en un blog, no hay manera, pero hay indicios, gestos, detalles que evidencian cómo es quien escribe. Inevitablemente. Ahí está el yo que escribe, que será, imagino, parte del yo que es o que quiere ser. En fin, todo muy complicado. Escribe, Jorge, escribe.

Viví un año en la Avenida de España, en Ubrique. Trabajé ahí de maestro y viví el pueblo y eché amigos. Echo en falta algunos de esos sábados de lluvia sobre el pueblo. De verdad que muy bonito todo.

Cuento muchas cosas con las que mucha gente puede identificarse, supongo. Cosas comunes que han ido creciendo con quienes las vivieron. Otras son intransferibles. En todo caso, un inventario, un índice, nada más.

Muy bien, Isabel. Espero que cuentes cómo fue, con ganas. Un beso enormísimo...

¿Sucursal del infinito, Arcángel Mirón? Creo que no te pillo. Explícate, please. Ardo en ganas de entenderlo porque la expresión me ha encantado. Sucursal del infinito...

Alex dijo...

Cabe mucho más, Emilio. Cabe lo intangible, lo que no se ve. Me apunto parte del mérito de que viese por primera ver "Eternal Sunshine of the Spotless Mind" (Su traducción es horrible, corrije el título, por favor) Y estoy desde hace casi tres años y estás. Y he leído muchas de tus historias. Y alguien dijo que lo importante es estar.

Te conocí en persona y eres un gran tipo, Emilio. No diré más.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Parte no, todo el mérito. En otro orden de cosas, o es el mismo, ok everything. Buenas noches, my friend.

Anónimo dijo...

Aquí también me veo yo, Emilio, y te veo a ti muy bien. Es verdad que algunas cosas son personales, pero hasta esas están ahí para buscarles su significado.

Me quedo con las tetas de Jayne Mansfield. !!!!!!!!!!!
Borges no entra en mis cálculos.
Jimi Hendrix está todavía en un poster en mi cuarto de soltero, mirando a mi madre cuando entra.
Murakami (Tokio blues) es un coñazo.
La Connelly es un mujer de mentira, de las que en la calle no te encuentras. Tan perfecta que da miedo. Eso contando conque haya mujeres que todavia den miedo
Ah, y me parece genial nombrar al amigo Jack Daniels. Ese ha salvado muchas noches de insomnio y las que quedan todavía por salvar.
Ea, a pasar un veranito bueno, Emilio. Ah, yo también conozco la Avenida de España de la que hablais José Manuel y tú, en Ubrique. Es que veraneaba, hace tiempo, en Grazalema y todos esos sitios... Bueno, corto, que me voy. Saluditos. Ángel Bueno

Andrés dijo...

Viva la inspiración. Enhorabuena por el blog. Tiene mucho trabajo y en él se hilan muy finas las ideas y las palabras. Volveré a buscar esas ideas en cuanto tenga un huequecito. Mientras, buen verano.

Emilio Calvo de Mora dijo...

A lo mejor, puestos a elegir, me quedo también con los apéndices mamarios de la Mansfield, aunque la parte de arriba de esos apéndices tuvo un mal final.
Borges es una debilidad indesmayable.
Gracias por entrar, Ángel. Nos leemos.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Andrés, me olvidaba de ti. Gracias a ti por entrar, por los elogios, en fin, por todo. Y ya está. Buenas noches. Vuelve cuando desees, claro. Tu casa, como se dice.

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