I
Sostenía Darwin que la Biblia de Jesús era un campo minado de metáforas, con el peligro que la diversificación simbólica trae a los lerdos y a los iluminados. Del Antiguo Testamento escribió que era una doctrina de bárbaros. Nietzsche (Ecce Homo) escribió que el alma inmortal fue "inventada para despreciar el cuerpo, enfermarlo..". K, que lee a Onfray y descarga podcasts de una Asociación de Ateos para oír de noche, tumbado en su cama, inspirado por esa quietud absoluta, suelta a veces que la Bíblia es un enorme error tipográfico. Banalizar la fe no siempre es un ejercicio conveniente: no únicamente por la cinética topológica ni por el inventario de prodigios que la devoción ha manuscrito en la piel de la Historia, pero son éstos tiempos de desafectos y el creyente se está convirtiendo en ciudadano a pasos agigantados. No se entiende la sociedad con Dios y tal vez tampoco sin él. Ahí andamos los unos y los otros: manejando las cartas de la razón y de los flecos formidables de la fe.
II
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«No debemos pasar por alto la probabilidad de que la introducción constante de la creencia en Dios en las mentes de los niños produzca ese efecto tan fuerte y, tal vez, heredado en su cerebro cuando todavía no está plenamente desarrollado, de modo que deshacerse de su creencia en Dios les resultaría tan difícil como para un mono desprenderse de su temor y odio instintivos a las serpientes».
Charles Darwin, Autobiografía
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4 comentarios:
La Bíblia es un libro divertidísimo, Emilio. Lo leí siendo adolescente (en pleno arrebato místico) y me divirtió tanto como horrorizó. El sentido común no tiene nada que ver con lo que cuenta. Tal vez la fe o el fanatismo tengan más que decir sobre el tema.
Diversiones que acaban costando caro... Lo leí también, no creas, hace tiempo. Lo hice a saltos. No se puede leer del tirón. No yo al menos. Me horrorizó muchísimo. Lo vi desbordante de sensualidad por tramos. Desbordante de terror por otros. Casi nunca había amor, o al menos no el amor como yo lo concibo. Lo leí mal, supongo. Igual supongo bien. Tal vez la fe, sí, el fanatismo. No tengo ninguna de esas disciplinas de la terquedad, no sé cómo llamarla, humana.
Es usted increíble, mi querido amigo, la de vueltas que le da a las cosas y las retuerce y las vuelve a retorcer solo por ver como quedan, y a mi gusto que retuerce usted bien y su blog es de visita casi diaria. Siga así, "darwinando"......
Un cachondo el Darwin y lo de la biblia, pues qué quieres que te diga, lo de error tipográfico es una bordería en... toda regla. Saludos. MNJ
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