11.3.09

Verbófobos




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Verborreico, genial, irresistible reflexión sobre la naturaleza lingüística de los males que ASOLAN el mundo. Cultura, eso falta, cultura para que nadie odie a quien lleve un libro bajo el brazo. Y ha psado siempre, siempre. Me parece que no va a cambiar. Un saludo.

Anónimo dijo...

Pero los verbófobos, al menos algunos, también tienen corazón. No sé si has visto "El Charlatán", con Steve Martin convertido en un predicador de buenas nuevas que nunca (o casi nunca) son.

La reflexión es atinada, en cualquier caso. Las palabras tienen un gran poder, mucho mayor que el de las bayonetas, porque éste es controlado por aquel. La masa precisa de luz, poco importa que ésta sea opaca o blanca.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Los asolan, Ricardo, en cantidad y agradezcamos, al menos, que los provoquen las palabras y no los gestos, la fiereza de los gestos, digo. No va a cambiar, no.

No lo niego, Álex, un corazón enorme, sin duda. No la he visto. Me cansa Steve Martin. Vi El padre de la novia a nueve mil metros de altura o a lo mejor más en un vuelo de aupa, en mi primer vuelo, y desde entonces (el cuerpo, que es sabio, sabrá) lo trago a ratos e incluso no lo trago en absoluto.
Las palabras tiene todo el valor. Las carga el diablo y las carga Dios: entre estos dos elementos, despectivamente o sin desprecio, se realiza el reparto del dolor y de la felicidad en este nuestro mundo problemático y febril. Se nota que hoy oí a Gardel. La masa precisa de luz. También. Saludos, abrazos, cuidados extremos en uno mismo, muy friend

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