Probablemente nunca me sentaré en un cine así. Ni pasa por imaginación (turbulenta, enfebrecida, inasequible al tedio) que el azar zanje sus diferencias con mi felicidad y me procure estos placeres de naturaleza frívola. El entretenimiento: ya la palabra carece de la seriedad necesaria para ser tenida excesivamente en cuenta. Entretenerse: buscar la forma de negar la realidad y zambullirse (qué verbo más bonito) en la ficción. Los juegos infantiles, de hecho, son la primera forma de negar la realidad, de recrear un mundo alternativo que aplace la obstinada certeza de éste. Y meterse en un cine es una forma de regresar a esa infancia porque lo que la pantalla nos ofrece es un mundo alternativo, una realidad fugada, y nunca me sentaré en una butaca de un cine como éste. Ninguno de los que he visitado se acerca a esta monumentalidad. La industria del cine, la maquinaria financiera que lo exhibe, precisa locales menos glamurosos, más acordes con los tiempos que corren, que son de naturaleza antojadiza y volátil. Vemos cine en pantallas de juguete con definición asombrosa. Vemos cine en casa. Y yo hoy quiero visitar uno de éstos...
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4 comentarios:
Yo también sacrifico la comodidad de mi home-cinema de mucha pasta por ese cine, pero tenemos que "jodernos" con la sofisticada y asquerosa vida que llevamos en casa, Emilio. Cocooning, ya sabes. Abrazos.
Yo también sacrifico la comodidad de mi home-cinema de mucha pasta por ese cine, pero tenemos que "jodernos" con la sofisticada y asquerosa vida que llevamos en casa, Emilio. Cocooning, ya sabes. Abrazos.
Yo sí, he visto películas en cines monumentales como El Palacio de la Música. Tú no podrás, me temo, el cine echó el cierre hace como un año. Es más, hace tiempo que lo reconvirtieron en tres grandes salas que usurparon la gigantesca original.
Dicen que durante la gran depresión la gente iba a aquellos monumentales cines art-decó para olvidar su vida durante unas horas. Tal vez sea el momento de reabrirlos.
El cocooning: ya sé. Pero este cine es extraterrestre. Yo no he visto nunca uno igual. Fascinación. Hasta las pelis de Michael Bay tienen que parecerte buenas, Felipe. Hasta eso.
Suerte, Álex, tuviste. Yo, ya lo he dicho, nunca tuve eso. El cine de mi pueblo es grande con avaricia. Mucho. Pero es otra cosa. Es una "grandura" sin glamour. Sin encanto. Sin los prodigios del encantamiento. Pero cuando se apagan las luces...
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