Voy a entrar esta noche en el limbo de los sueños, bien contento de viandas y lamido de licores, escuchando un post de La Rosa de Los Vientos, sin Cebri, qué le vamos a hacer. Acabo de pensarlo y estoy encantado conmigo mismo por el atino nocturno. Buscaré alguna Zona Cero de interés y me perderé en la charla adictiva de mis amigos invisibles. Haré eso y me levantaré mañana ufano y promiscuo de buenos deseos para que el 2.009 entrante me releve de la pesadumbre de ver que el mundo va mal y que uno, en su doméstico empeño, poco o nada puede hacer para que las pandemias aligeren su rigor perverso. En ningún momento he pensado que desaparezcan. Y eso ya es evidencia del pesimismo que irremediablemente nos ocupa el sentido común y hasta nos arrebata el júbilo de ser felices siempre y de compartir la felicidad como uno sepa. No es posible. Así que mañana arrancaremos de nuevo la página. O pasado. Y contaremos lo que importa. Poca cosa. Migajas de lo real. Feliz 2.009, otra vez.
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2 comentarios:
Y A TI, COMPAÑERO DE FATIGAS. FELICES FIESTAS, DE CORAZÓN, POR LO QUE ESCRIBES, POR LO QUE LEEMOS. SILDAVIAN BOY
A tan original apodo, que me recuerda una estupenda canción de La Unión, hay que darle respuesta. Feliz Año, sildavian boy, claro que sí.
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