17.3.19
Gramáticas
A decir de Manuel Vilas en su facebook la única patria es la gramática. También el cuerpo, añado yo. El cuerpo con su voluntad alada. El cuerpo como un templo. Funciona a modo de clausura, posee ese matiz de encierro, pero anhela verterse, fundar afuera una extensión suya, una fiable y lúdica y extraordinariamente dinámica, en la que afianzarse, sobre la que depositar el peso del alma también. Ella también posee su gramática, el alma tiene su fiebre de fragmentos que se abrazan y se separan, en pugna con el deseo de acatar sus leyes e invariablemente inclinados a contravenirlas. Se vive en ese decir y en ese desdecirse, en la anuencia y en el desacato. Vale al final el trayecto, su intriga fantástica, no la previsión del desenlace. Que exista un finiquito es secundario. Toda la filosofía es precisamente un ocuparse en comprender las inconveniencias del viaje.
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