1.9.14

En un reino junto al mar




It was many and many a year ago,
   In a kingdom by the sea

E.A.P.

No tiene importancia ninguna. De hecho no se la encontrado conforme he ido pensando en las razones que hay para que uno se despierte pensando en tal o cual cosa, en la Annabel Lee de Poe, en la cara retorcida de Rouco Varela o en un tren que va hacia el norte. Igual todo depende del sueño que acabas de tener. Los sueños son los que te ponen los pies en el sueño, una vez despiertas. Mejor haber soñado con Poe que en el mitrado episcopal. Los trenes me siguen pareciendo fascinantes. No hay nada como los trenes para pensar en una historia o para invertársela. Los sueños, a su modo, son trenes que no salen de ningún lugar y no terminan tampoco en ninguno. Esta noche volveré a perderme en los sueños. En ocasiones, cuando principia el día, pienso en qué vi, con quién compartí el delirio. Suelo viajar solo. En esas excursiones, prefiere uno no llevar compañía. Estaría bien poder elegir, de antemano, quién será el que nos lleve la mano o a quién llevar nosotros. Buenas noches. Mañana empieza el trabajo. O quizá nunca ha dejado de empezar a diario. 

3 comentarios:

José Luis Martínez Clares dijo...

Mi memoria musical me ha llevado directamente a Radio Futura. Ya es mañana y la jornada termina mientras te leo. Un abrazo

Emilio Calvo de Mora dijo...

Ahí, Radio Futura. En eso empezó, José Luis. Muy sensible, muy de conocernos ya.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Ahí, Radio Futura. En eso empezó, José Luis. Muy sensible, muy de conocernos ya.

Comparecencia de la gracia

  Por mero ejercicio inútil tañe el aire el don de la sombra, cincela un eco en el tumulto de la sangre. Crees no dar con qué talar el aire ...