28.7.14

Vidas prestadas / Un verano de Carver y de Hopper



No sé la de películas que habré visto con moteles como éste. Las sigo viendo. Los moteles baratos, de carretera, los de la periferia de las grandes ciudades, dan mucho juego narrativo. Hay vidas enteras que caben en una de esas habitaciones. De hecho son el refugio de quienes las han malogrado y deciden apartarse de lo que han sido y ser otros. Las habitaciones de hotel permiten la posibilidad de ser otro. Basta regresar a casa para volver al confort de la rutina. Lo que no proporciona el hogar es la representación del viaje que el hotel cumple con absoluta eficacia. No es únicamente el hecho de poseer una residencia nueva, eventual y precaria, pero nueva, sino la sensación formidable de que ha sido residencia de otros antes que tuya y de que de alguna forma esa habitación se ha ido impregnando de vivencias y de azares, de vidas prestadas también. El obsequio de la estancia consiste en saber que es eventual. Se trata de colaborar, sin un empeño especial, dejándose ir, en una trama de la que sabemos poco o incluso nada. Es un lienzo y no sabemos quién está pintando detrás. El hotel ofrece una vida coral, canjeable por otras vidas, que huele a literatura, aunque no sepas qué es la literatura y para lo que sirve. Como en un cuento de Carver. Llevo un verano muy de Carver y muy de Hopper, muy de libros pequeños, enjundiosos y completos, y de cuadros que son libros también.

El de la fotografía es un motel cercano a Las Vegas. No hay un autor que citar, pero la imagen es la de cientos de películas que se inspiran en ella. 

4 comentarios:

José Luis Martínez Clares dijo...

Estoy leyendo Up in the air, de Walter Kirn. En él está toda esa provisionalidad de los hoteles. Y su misterio, como en esas escenas de Hopper. Un abrazo

A. dijo...

Dan ganas de leer, dan ganas de leer más.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Vi la película del Clooney y me gustó, sin excesos. Provsionalidad es la palabra de esta modernidad que vivimos. Estamos en la nube. In the cloud. Up in the cloud. Hopper lo entrevió con su languidez y su hondura.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Pues a leer, A.
El verano es para leer.
Que sea bueno lo que elijas,

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