8.1.14

2 emperadores



En cierto modo prefiero a Heisenberg que a Walter White. En los otros modos, no prefiero a ninguno de los dos. Uno de los cometidos a los que no puedo dar de lado continuamente es escribir algo sobre Breaking Bad. No será un texto fácil ni saldrá a mi gusto, pero no hay manera de que yo soslaye esa obligación moral. Mientras que voy pensando cómo arrancar (luego lo demás suele dejarse querer sin mucha fricción) he recibido un acicate maravilloso. Mi amigo José Antonio Zamora, hermano norteño, me ha regalado esta camiseta digna de mí. La dignidad proviene de que es una muy competente talla XXL y de que el personaje que la puebla es mi adorado Heisenberg, el azote de Alburquerque, el emperador de la tabla periódica de los elementos. José Antonio es el emperador de los afectos. Juro que se me saltaron las lágrimas al ver al tipo apostado ahí en la camiseta, preguntando quizá si quiero cocinar con él. Algunos nos vamos entendiendo. Salir con la camiseta Heisenberg no ocurrirá hasta que empiece el buen tiempo. Entonces la luciré. No tengo ninguna duda. En la espera, la dejo aquí, en el blog. Heisenberg: por si no recordaban su nombre.

1 comentario:

Francisco J. Gómez dijo...

Afortunado por partida doble. Buen arranque de trimestre...

Un aforismo antes del almuerzo

 Leve tumulto el de la sangre, aunque dure una vida entera su tráfago invisible.