Cuento a veces que abrí este blog porque me rompí un dedo al borde mismo del mar. Recluído en una habitación sin vistas (entonces) y amablemente tratado por quienes tutelaban mi convalecencia, decidí escribir sobre cine y buscar en la red cómo publicarlo. Del entonces marbellí al ahora lucentino han pasado cinco años (más o menos justo ahora) y más dos mil quinientas entradas. Si el amable lector hace cuentas mi incontinencia verbal sale a más de un post al día. Escribo menos (la verdad) y escribo más caóticamente (eso siempre es bueno) pero sigo a pie de tecla, festejando la escritura y la realidad, no sé en qué orden. Sin lectores probablemente continuaría escribiendo. Lo hice antes de que existiera los blogs y no pensé casi nunca en que mis cosas pasaran de la mirada normalmente condescendiente (amigos, al cabo, eran mis habituales) a la de un público anónimo, amplio (casi trescientas mil páginas vistas en ese lustro), a menudo también amable y del que he extraído al menos algunosbuenos amigos (Álex, Miguel, Ramón, Rafa, Mycroft, Ana, Joselu, Paco Machuca, Refoyo, Tomás, Juan) y otros pocos que me dispensan afecto y a los que el azar o la distancia me impide siempre tratarlos e invitarlos a una cervecita por el rato prestado. Es, por consiguiente, el post del lustro. No sabía hoy de qué escñribir y mi incontinencia (incluso estival) me ha empujado a esta revelación (impúdica) de lo mío. Mi mujer dice que me encanta hablar de mí mismo. No le quito jamás la razón. Un lustro de blog, en fin. Lustro sin lustre a veces. Me lo dice K.: frena, tío, no te enseñes tanto, guarda ganas, no es bueno explayarse tanto. Ningún caso. Al Espejo se le ha sumado la Barra Libre. Más ventanas al mundo. Qué bonito es lo bonito cuando es bonito, ¿verdad, Antonio?
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11 comentarios:
Un blog realmente lustroso, amigo Emilio. Celebremos cumpleaños e incontinencia con diana floreada y disparo de cohetes.
Abrazos
Felicidades, tío, expláyate a gusto, sin pudor, como suempre, que este lector llamado Rafa sigue al pie del cañón aunque sus comentarios no sean lustrosos ni se les saque el provecho de otros. En fin, así somos. Yo, a leer.
Rafa
Todos los milagros son fruto no de un Dios bondadoso o cruel que nos apunta con su dedo todopoderoso, sino de pequeñas contingencias, azares aparentemente inocuos que con el tiempo devienen en bendición. Pablo de Tarso se cayó de un caballo o mulo, a Ignacio de Loyola le cayó un proyectil en la pierna que le tuvo convaleciente durante meses... Lo tuyo fue más leve, un dedo inoportuno al borde del mar.
Levanto esta noche una cerveza a tu salud, aunque no la de tu dedo, al que espero te dé más de una azararosa sorpresa que te salve de ti mismo.
Un abrazo y felicidades, amigo.
Yo sólo deseo que dure 5 más, por lo menos. En cinco, volvemos a escribirnos y ahí pedimos más. Un saludo.
Felicidades al espejo que ha reflejado mis letras en cientos de ocasiones. Desde 2007, si no me equivoco, llevo emponzoñando sus páginas con mis reflexiones. Ojalá dentro de un lustro más pueda seguir haciéndolo.
Abrazo fuerte, amigo.
Como dices tú: ole, ole.
Años atrás pensé en abrir un blog, escribir en fines de semana, escribir sobre cine, sobre libros (no soy de jazz) y lo deseché. Me algro en el fondo. Tengo blogs en los que leo lo que yo hubiese escrito, y mejor. Este es uno de mis favoritos. Suerte, y adelante.
Muchas felicidades, ya son muchos años!
¡Felicidades Emilio!
Ya sabes, demasiadas complicaciones y, ahora te leo menos, pero te sigo siguiendo.
¡Y que cuuumplas muuuchos maaás!
Un abrazo.
Ay,vengo un pelín tarde,amigo mío.Las vacaciones,el estres de los aviones,las maletas perdidas...
Felicidades,de verdad.Creo que existen pocos blogs que actualicen a este ritmo frenético y de tanta calidad.Un placer poder leer aquí mi nombre como "amigo".Es recíproco.
Un fuerte abrazo.
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