Cosas que se dicen cuando uno se acuesta
Hay que medir las palabras y luego volverlas a medir, esmerarse en la medida y luego pensar en si lo hemos hecho a conciencia, sin que falte una brizna de empeño, sin dejar que nos distraigan las cosas ni nos aparte de ese afán ninguna frivolidad de las que sabemos. Entrar así en la noche, buscar con fiereza su cobijo, razonar el tráfago del día, ingresar muy limpio en la dulzura del sueño. Y la noche lo alivia todo con su manto.
5 comentarios:
La dulzura del sueño... el descanso del guerrero. Ya deseo la noche siguiente. Un abrazo
Las palabras son las que hacen que el mundo siga girando, decías el otro día. Opino lo mismo, opino lo mismo. Son una maravilla las tuyas.
Diana
Las palabras son las que hacen que el mundo siga girando, decías el otro día. Opino lo mismo, opino lo mismo. Son una maravilla las tuyas.
Diana
Mi querido Emilio a Gregorio Samsa, no le confunde su metamorfosis en artrópodo sino la angustia de no poder acudir ese día al trabajo, su obligación. Luego vino Nabokov,gran entomólogo,y en sus clases de literatura nos dice que estudiando en profundidad La metamorfosis descubre que el insecto descrito por Kafka tiene alas, pero el propio Samsa no lo sabe y no puede salir de su habitación volando y también evitar el trabajo,claro.
Ay,cómo te entiendo,amigo.
Fuerte abrazo.
Es posible que no lo alivie todo, pero algo no dudo que hace. Se esconde la cabeza en el sueño como los avestruces en el suelo, para no ver los peligros. Es un acto de inteligencia. No de cobardía. El peligro siempre está, nunca se va, por mucho que le pongamos trincheras, el enémigo está ahí detrás.
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