Que el jazz es una fiesta lo confirman discos como éste que el viejo Bryan Ferry, celebrando sus cuarenta años en la industria fonográfica, acaba de poner en órbita. Son piezas del repertorio clásico de Roxy Music y del propio Ferry en solitario arregladas a la manera de los años 20, periodo del que dice sentirse en deuda porque fue el que escuchaba y el que le hizo adquirir la sensibilidad hacia la música que posee. Lo maravilloso de esta aventura es la propia naturaleza que la crea, el regreso a las raíces, la vocación vintage de un genio de la música que, en la edad provecta, no hace como otros de su quinta (Rod Stewart a la cabeza y también más recientemente Tom Jones o Paul McCartney) recreando (sin excesivo entusiasmo) standards del jazz. Lo que Ferry propone es una relectura de su repertorio como si (literalmente) hubiese sido escrito en los violentos y sincopados años 20. Distraído uno en el swing, apenas distingue qué piezas son las que suenan. Ferry desatiende la melodía de las canciones y se afana en hacernos creer que son enteramente nuevas, que en el siglo XXI, a pesar de los gagdets, las aplicaciones de los smartphones, la publicidad viral y el Gangnam Style de las narices, no ha dejado de sentirse en deuda con el pasado, al que (en ocasiones) volvemos para aprovecharnos de él, pero no es ahora el caso. Ferry hace un tributo, uno que ni siquiera prescinde de una calidad de grabación afeada, pensada para que el amable oyente piense que está escuchando un disco de pizarra, uno de esos discos incunables que educaron a nuestros abuelos.
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6 comentarios:
Como los Reyes están todavía por el arenal, voy a mandarles una carta express para que metan este Cd em la saca. Que tus reyes tengan swing. Un saludo.
Ah, qué bien suena lo que cuentas. Un regreso a las raíces, a nuestra primera cadencia. Abrazos
Me encanta, me tiene loca la cabecera del blog.
Ana.
Es un dandy el Ferry, Emilio. Tengo un par de discos de Roxy en vinilo que me parecen que fueron de los primeros que compré. Luego un recopilatorio de la banda en CD y la verdad es que he perdido la historia de este hombre. Hora será de ponerme al día, y esto es una gran noticia. A propósito, ¿conoces el disco de standards de Paul, Sir Paul, perdón, McCartney? En el plus pusieron un documental estupendo de como lo grabaron y me quedé gratemente impresionado. Te lo recomiendo vivamente.
Un saludo
Suena muy bien empezar el año moviendo las caderas a ritmo de swing. GRacias. Pa los reyes magos...
T. Balman
Gangnam Style, valiente basura han inventado.
Estupenda entrada.
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