La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse.
E.S.
Incluso Sabato precisó de Borges para que yo lo leyera, pero disfruté de ese escritura precisa, rica como pocas, que indagaba en lo existencial, en lo espiritual, en la vida contemplada como lo haría un científico, pero expresada en boca de un obrero de la palabra, uno que la mimó y le dio calidez y un humanismo muy provinciano, como de andar por casa. Se ha ido a los noventa y cuatro años y no parece que en un día en el que el Papa Wojtyla, Mourinho y los Duques de Cambridge copan los noticiarios su muerte vaya a adquirir alguna relevancia. No vende Sabato como no venden los libros. O lo hacen si no hay noticias de más alcance que ofrecer. Es un domingo gris, llovizna, me siento un poco triste por el hecho de que ya no está entre nosotros. En realidad, pasa siempre igual con los muertos ilustres que no conocemos, nunca estuvo. Está El túnel y Sobre héroes y tumbas aquí detrás mía, en un anaquel. Quizá (ahora lo compruebo) cerca de Ficciones, de El aleph. No sé si Ernesto y Jorge Luis se encontrarán en la eternidad y discutirán sin estorbo (como si se hubieran suicidado para comprobar si hay vida más allá de la semiótica) sobre Heráclito o sobre el eterno retorno. Sus cosas, vamos.
8 comentarios:
El túnel tiene a su izquierda a Lovecraft. No le veo sentido, pero ahí andan. A la derecha está La peste de Camus. Sobre héroes y tumbas está pegado a una pared y a su izquierda reposa Dictamen sobre Dios, de Marina. Ahora me pongo a pensar en todo esto. Arriba, en unas cajas, debe andar Uno y el universo, su primer libro, en una edición que me costó veinte de los antiguos duros en una feria del libro en Fuengirola, y Abbadon el Exterminador, que siempre me cansó (inexplicablemente) mucho.
Apostilla al post.
Redux: idem, Emilio. Algunos hombres buenos, otro más. Cuando mueran todos, ¿quién tomará el relevo de la lucidez? Temo a los hijos de la ESO.
Lo era de un modo sencillo, inapreciable. Recuerdo entrevistas en las que demostraba una humanidad desbordante, una timidez lúcida, un sentirse en el mundo arrebatador.
Cuando mueran todos, los clásicos de hoy, los que serán, el relevo de la lucidez lo tomará Donald Trump. Déjame el exabrupto de domingo gris.
Temo a los hijos de la ESO. Lo firmo. Temo con qué base van a educar a los que les precedan. Plei y tuenti como decías ?
No, Sabato no vende. La noticia de su muerte debería convertirse en celebración porque 99 años son muchos, aunque no dé tiempo para casi nada mientras transcurren. Me enterneció aquella vez que le vi, de niño, jurar en un programa televisivo (entonces había programas de libros en televisión que no eran invisibles) que tenía miedo tanto de los militares y como de los que estaban del otro lado durante la dictadura argentina. En realidad, terminaba, tengo miedo del ser humano. Y aún así fue un humanista a su manera.
Abrazos, Emilio.
"(...)ni el diablo sabe qué es lo que ha de recordar la gente, ni por qué. En realidad, siempre he pensado que no hay memoria colectiva, lo que quizá sea una forma de defensa de la especie humana. La frase "todo tiempo pasado fue mejor" no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que -felizmente- la gente las echa en el olvido"
La luz al principio de "El túnel", para iluminar el final.
Vivimos en un mundo en donde vale más un gol de Messi que una biblioteca entera. Y así nos va.
A seguir en la tarea. Saludos afectuosos,.
Sabato no logró terminar de conmoverme como escritor. Pero me gustaría agregar que presidió la CONADEP - Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas - y plasmó toda la investigación en el libro Nunca Más. Esta investigación fue de vital importancia en el Juicio llevado a cabo contra las Juntas Militares.
He leído por ahí que Sábato fue un luchador por la libertad un poco "a posteriori". Que es mucho más que lo que podemos decir de Borges, en todo caso. Es difícil medir el grado de heroísmo, porque no hay héroes, sólo hombres enfrentados a sus miedos de distintas formas. Nadie tiene un certificado heroico, o democrático. Sábato y Borges fueron en todo caso supervivientes en lugar de mártires, pero es curioso como algunos se saben reconvertir, fundar sus propios mitos. Pero al menos Sabato produce menos vergüenza ajena que el Borges cómplice de Videla.
(Y además Borges no me gusta como escritor)
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