2.5.09

Fútbol

Es probable que tan sólo fuese un partido de fútbol, pero siempre hay algo debajo. Hoy algunas certidumbres exclusivamente deportivas: la evidencia de que el Barcelona está en otro nivel, la conclusión de que la suerte o la fe o la garra son materia caduca, y está la celebración total del espectáculo, que es lo que esta noche han entregado, a modo de festín óptico, estos dos equipos grandiosos. Uno (al cierre) más grandioso que otro. Imperial. Incomoda el resultado, por los colores que le tiran a uno, pero agrada (y mucho) todo lo demás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un palizón, Emilio!! No te equivocas. Hay que hacerle el paseillo a estos grandes. Saludos. Rafa

Emilio Calvo de Mora dijo...

Me encantó el espectáculo, insisto, aunque yo esperara (ejem, ejem) otra cosita... Saludos, Rafa.

Comparecencia de la gracia

  Por mero ejercicio inútil tañe el aire el don de la sombra, cincela un eco en el tumulto de la sangre. Crees no dar con qué talar el aire ...