22.5.16

Laico

Es posible que mucho de los males de hoy en día provengan de calzar la palabra pecado donde únicamente debiera andar el zapato del delito. Lo que es una consideración literaria o metafórica (el pecado) rivaliza con lo que es un concepto jurídico, es decir, razonable, consensuado, social y cívico. Luego están los ministros que le piden a la Virgen de turno que interceda por España y haga que salga de marasmo que la engulle (públicamente, no en casa, en su ámbito privado) Seguimos en la idea de que lo laico va contra lo religioso. Y no es así, no es ése el espíritu. Lo laico es la preeminencia de lo político (público) sobre lo religioso (privado). Lo público, lo privado, lo secreto. He ahí los tres órdenes. Hablé el otro día con un amigo sobre una religión secreta, oficiada sin que intermedien otros. Él, creyente, practicante, me hizo ver que la dimensión pública de la fe es la que hace que la sociedad avance. Porque está unida. Porque la religión es eminentemente convivencia. No llegamos a ponernos de acuerdo. Disfrutamos (mucho) con la conversación. Estábamos de acuerdo en que el Estado no debería dejar ver nada que tenga que ver con adhesión religiosa alguna. Deberían esmerarse en que eso fuese así. Yo me esmero en mi trabajo en que no se trasluzca nada de lo que pienso en ese asunto. Siempre procuré trabajar laicamente, si vale esa expresión. Sin que se evidencia si comulgo o si no. Si rezo por las noches o estoy tramitando los papeles para apostatar. Una educación laica no hace ciudadanos ateos o agnósticos: hace ciudadanos tolerantes, con libertad de conciencia, respetuosos. Es eso, el respeto, lo que hará que este mundo gire en paz. No otra cosa.

1 comentario:

Joselu dijo...

No sé, en Estados Unidos no es algo inverosímil ver al Presidente en un oficio religioso u orando en un memorial. Otra cosa es que el estado como tal sea neutro y laico, pero en la sociedad más avanzada del mundo no es un hecho alucinante que los jóvenes recen juntos en los colegios en oficios interreligiosos. El ateísmo existe por supuesto en la sociedad americana pero son muchos más lo que son creyentes en una iglesia u otra.

Ese ateísmo o laicismo extremo de tanto y tanto progresista de la sociedad española no deja de ser un rasgo cultural tan relativo como cualquier otro, no es una verdad incontrovertible aunque se impregne de racionalidad.

Amy

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